El primer requisito para aprender y ser feliz es saber relacionarse con los demás, respetarse a uno mismo y respetar a los demás, sin estos ingredientes fundamentales la vida en cualquier sociedad: escuela, instituto, familia, barrio, trabajo, etc...se convierte en un infierno en el que nadie es feliz: ni víctimas, ni agresores, ni testigos. Para romper con esto lo primero es rebelarnos contra los mitos que hacen que todo esto parezca normal.
Nuestro hijo o hija puede ser víctima, agresor u observador de una situación de maltrato. Si es víctima, desempeñará un papel pasivo; si es agresor, un papel activo; y si es observador, su papel es igualmente activo o, al menos, permisivo, en cuanto su actitud refuerza la actitud intimidadora del agresor hacia la víctima.
Todos somos responsables de hacer algo contra el acoso escolar.
Para empezar podemos reflexionar sobre 5 mitos sobre este tema que tienen que ser desterrados:
MITO 1: ESTO HA PASADO SIEMPRE. TODOS Y TODAS LOS HEMOS SUFRIDO
El abuso, la persecución y el asedio forman parte de la historia de la humanidad. Es cierto, pero eso no quiere decir que sea bueno, ni si quiera normal. El conflicto es algo natural y puede ser bueno si se trata de forma adecuada, en cambio la violencia no lo es.
EL ACOSO ES UN ABUSO, ES VIOLENCIA Y CON LA VIOLENCIA NO HAY QUE NEGOCIAR.
MITO 2: SON COSAS DE LOS CHAVALES, ES NORMAL. NO ES PARA TANTO
No es normal y no es verdad que no sea para tanto, a tu edad las relaciones con otros chicos y chicas va a marcar tu identidad y moldear tu carácter. Convivir con la violencia te perjudica seriamente.
Agredir, ser agredido, mirar a otro lado... no son buenos ingredientes ni para relacionarse con otros ni para relacionarte contigo mismo. No es una cuestión de buenos o malos, sino de tener coraje y decir:
¡¡BASTA!!. NI VÍCTIMA, NI AGRESOR, NI TESTIGO.
MITO 3: ALGO HABRÁ HECHO, QUE ESPABILE o ESO LE HARÁ FUERTE
Con un argumento así se convierte a la víctima en culpable: NADIE MERECE SER MALTRATADO. El acoso es algo serio y no forma parte del crecimiento de las personas, o sea, que no es bueno para madurar.
MITO 4: AFECTA A LOS CHICOS Y CHICAS PROBLEMÁTICOS
Dos cosas importantísimas a tener en cuenta: Primera, cualquiera puede ser acosado y segunda, nadie merece ser víctima del maltrato. Tanto si eres el blanco del acoso, como si te ves en el papel del agresor/a, como si eres el espectador, hay que romper con ello: El acoso no es un problema de un chico o chica determinado sino de toda la clase, de todo el centro. TODOS SOMOS RESPONSABLES DE QUE ESTO CAMBIE: ¡SÚMATE A LA CONVIVENCIA SIN VIOLENCIA!
MITO 5: YO NO SOY UN CHIVATO
Tú tienes derecho a ser tú mismo y por tanto a ser respetado tal y como eres. Del mismo modo que debes velar porque se cumpla este derecho respecto a ti, tienes la responsabilidad de que este se cumpla para los demás.
PROTEGER TUS DERECHOS Y LOS DE LOS DEMÁS NO ES CHIVARSE, ES UN ACTO DE VALENTÍA QUE TE HACE CRECER.
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